Un recorrido de 14 días y 13 noches, cuidadosamente diseñado para vivir Turquía en toda su dimensión: paisajes de ensueño, ciudades históricas, espiritualidad, contrastes culturales y momentos que quedarán grabados para siempre. Conoce aquí nuestro día a día y comienza a soñar desde ya.
Día 1 – Llegada a Antalya
El viaje comienza en Antalya, la joya de la Riviera Turca. Al descender del avión, la brisa mediterránea y el azul intenso del mar anuncian que se inicia una experiencia única. Antalya es una ciudad que combina historia antigua con modernidad costera: murallas romanas, el puerto antiguo de Kaleiçi y calles adoquinadas llenas de vida. Tras el traslado al hotel, el viajero tiene tiempo para aclimatarse, dejarse envolver por el ritmo turco y comenzar a sentir la hospitalidad de un país donde Asia y Europa se encuentran.
Día 2 – City Tour por Antalya y las Cascadas Düden
La primera jornada completa invita a descubrir la ciudad y sus alrededores. Un recorrido panorámico lleva por el casco antiguo, Kaleiçi, donde cada rincón guarda huellas de bizantinos, otomanos y romanos. El puerto, con barcos de madera tradicionales, contrasta con cafés modernos que miran al Mediterráneo. El punto culminante llega con la visita a las cascadas Düden: aguas que se precipitan con fuerza directamente al mar, creando un espectáculo natural que emociona y refresca. El sonido del agua cayendo y la brisa húmeda se convierten en la banda sonora perfecta de Antalya
Día 3 – Día libre en Antalya
El día se abre para la libertad. Antalya ofrece playas de arena y piedra, con aguas cristalinas que invitan a relajarse bajo el sol. Quienes buscan más actividad pueden perderse en los bazares, probar delicias locales o realizar excursiones opcionales. La ciudad vibra entre lo cosmopolita y lo tradicional, dando al viajero la oportunidad de crear su propio ritmo antes de continuar el viaje.
Día 4 – De Antalya a Pamukkale + Tour
La ruta continúa hacia el interior del país hasta llegar a Pamukkale, conocido como el “castillo de algodón”. Las terrazas blancas, formadas por depósitos minerales de aguas termales, crean un paisaje que parece sacado de un sueño. El agua tibia fluye por terrazas escalonadas donde el azul y el blanco se mezclan en una postal inolvidable. En la parte superior se encuentra Hierápolis, una ciudad grecorromana fundada hace más de dos mil años. Caminar por su teatro, templos y baños termales es un recordatorio de que el ser humano siempre ha buscado en estas tierras el encuentro entre naturaleza y espiritualidad.
Día 5 – De Pamukkale a Kusadasi
Tras un amanecer entre nubes blancas y aguas termales, el viaje continúa hacia Kusadasi, una ciudad costera bañada por el Egeo. Kusadasi mezcla el bullicio de su puerto con la tranquilidad de playas y mercados locales. Aquí comienza la conexión con la Turquía marítima, la que mira hacia islas griegas en el horizonte y ofrece un ritmo más pausado tras días intensos de descubrimiento.
Día 6 – Éfeso y el Pueblo de Sirince
Éfeso es uno de los grandes tesoros de Turquía y del mundo antiguo. Caminar por sus calles de mármol es revivir la grandeza de una ciudad que fue capital de Asia Menor bajo el Imperio Romano. La Biblioteca de Celso, el Gran Teatro y el Ágora transmiten la sensación de estar dentro de un escenario que sigue vivo. Luego, el itinerario lleva hasta Sirince, un pequeño pueblo en las colinas famoso por sus casas de piedra, viñedos y calles tranquilas. Allí se descubre otra Turquía: rural, artesanal, auténtica.
Día 7 – Vuelo de Kusadasi/Izmir a Capadocia
Un vuelo conecta la costa del Egeo con el corazón de Anatolia: Capadocia. El contraste es total. Si hasta ayer dominaban los paisajes marítimos, ahora aparecen valles lunares, formaciones rocosas únicas y pueblos tallados en la piedra. La llegada es un anticipo de una de las experiencias más inolvidables del viaje.
Día 8 – Tour del Sur de Capadocia
La exploración comienza en el sur de Capadocia, con visitas a valles como el de las Rosas y el Valle Rojo. Formaciones rocosas, cuevas e iglesias bizantinas ocultas muestran un mundo subterráneo y espiritual que sorprende a cada paso. También se visita una de las famosas ciudades subterráneas, donde miles de personas encontraron refugio siglos atrás. La sensación de caminar bajo tierra, por túneles estrechos y frescos, es única y conecta con la capacidad de supervivencia humana.
Día 9 – Tour del Norte de Capadocia
El norte de Capadocia revela el Museo al Aire Libre de Göreme, Patrimonio de la Humanidad. Iglesias excavadas en la roca, frescos milenarios y vistas panorámicas se combinan con valles como el de las Palomas. La jornada culmina con la oportunidad de contemplar Capadocia desde lo alto, ya sea en miradores naturales o, para quienes lo deseen, en un vuelo en globo al amanecer: una experiencia que se queda grabada en el alma.
Día 10 – Vuelo Capadocia a Estambul + Paseo en barco por el Bósforo
Un vuelo lleva desde el centro de Anatolia hasta la vibrante Estambul. Tras la llegada, nada mejor que comenzar la experiencia con un paseo en barco por el Bósforo. Navegar entre dos continentes, con palacios otomanos a un lado y mansiones modernas al otro, es sentir el verdadero espíritu de Estambul: el puente eterno entre Asia y Europa.
Día 11 – Tour Bizantino y Otomano
La jornada está dedicada a explorar los símbolos históricos de Estambul: Santa Sofía, la Mezquita Azul y el Gran Bazar. Cada lugar es una cápsula del tiempo, un relato de la ciudad que fue Bizancio, Constantinopla y finalmente Estambul. La mezcla de imperios y culturas se aprecia en cada piedra, en cada mosaico y en cada vista de la ciudad.
Día 12 – Tour Fener, Balat y Taksim
Este día invita a descubrir barrios menos turísticos, donde la vida local late con fuerza. Fener y Balat son barrios históricos llenos de casas coloridas, cafés bohemios y vestigios de comunidades griega y judía. Más tarde, la avenida Istiklal en Taksim revela el rostro moderno de Estambul: tiendas, teatros, librerías y una energía cosmopolita que nunca duerme.
Día 13 – Día libre en Estambul
El penúltimo día se reserva para disfrutar Estambul a ritmo propio. Opciones no faltan: perderse en el Gran Bazar, visitar el Bazar de las Especias, subir a la Torre Gálata o simplemente caminar por las callejuelas que conectan lo antiguo con lo moderno. Es el momento perfecto para atesorar los últimos recuerdos antes de la despedida.
Día 14 – Traslado de salida
El viaje concluye, pero Estambul siempre deja la sensación de que algo queda pendiente, de que la ciudad guarda más secretos para una próxima visita. Traslado al aeropuerto y regreso a casa con la certeza de haber vivido un recorrido que combina naturaleza, historia, cultura y emoción. ¿Te gustó este plan? ¡Únete!